sábado, mayo 7

Sin faltas de ortografía

Hace mucho viento con uve. Está arrastrando todo lo que encuentra a su paso y no tiene piedad. Incluso me arrastra a mí, lo noto, hoy soy más ligera que ayer, pero aún está esa cosa ahí que nadie puede alcanzar. A veces palpita y brilla y se hace notar por encima de todo, hasta que ese todo dice "basta" y lo acalla con un fuerte ademán, tan fuerte que cuesta un largo tiempo llevarlo a cabo para que sea casi efectivo; pues no lo mata, sino que sólo lo calma por un tiempo.

Cuando estoy tumbada en la cama, cierro los ojos y lo busco. No descubro mis verdaderas intenciones, y por eso lo intento encontrar con cautela, pero siempre se esconde de mí tan bien que nunca puedo matarlo. ¿Qué hacer para acabar con algo que te golpea el pecho aunque esté en la cabeza? Aún no he encontrado respuesta para esa pregunta, quizás nunca la encuentre, quizás siga ahí siempre y no haya forma de sacarlo. 

Demasiado absolutismo con be.

2 comentarios:

John Keats dijo...

Basta también es con be.

Atacándolo en la cabeza, no en el pecho. Con la propia cabeza.

Aura Gris dijo...

La cabeza lo intenta, pero a veces es más débil que el pecho.