lunes, octubre 25

Las nubes no pueden tapar las heridas del cielo

El cielo parece que muere,
sangra mientras yo respiro para verlo.
Una espada acaricia su nombre,
dejando un surco de tinta roja.
A cada instante hay menos luz
y cada vez más sangre;
cuerpo inerte contemplando la agonía,
hipnotizado por la masacre.

No hay comentarios: