miércoles, abril 6

Voces perspicaces

Ayer en la cama se me ocurrió algo para escribir aquí, pero lamentablemente ya no lo recuerdo. Es de estas cosas que van surgiendo de repente y que si intentas plasmarlas en algún sitio, no vas a conseguirlo. Como viene se va y te sientes totalmente impotente por ello. Anoche mientras iban surgiendo párrafos en mi cabeza me dije que debería escribirlos en algún sitio, pero una voz me dijo que para qué, si no iba a poder, se me iba a olvidar todo.

A veces las voces son crueles, sobre todo esa. Su timbre incita al sueño y a la vez a la desesperanza. Te convence de todo aunque tú no quieras. Ahora mismo me está instando a que escriba, es curioso que lo haga justo en el momento en que planeaba abrirme la cabeza y sacarla de ahí. No hay nada peor que una voz inteligente. Se da cuenta de todo lo que planeas y te intenta entretener como sea para que se te olvide. Ella sabe que pasará, como anoche, se me olvidará y no sabré lo que tenía que escribir.

2 comentarios:

John Keats dijo...

Vivo continuamente en un ejercicio continuo de recordar aquellas ideas que me parecen aprovechables.

Es inútil. Hay que acostumbrarse a que no se puede grabar todo, ni recordar todo. Que las ideas van y vienen, y tan sólo, hay que tener la esperanza de que vuelvan cuando realmente se necesiten.

Aura Gris dijo...

Es una esperanza muy utópica, no vuelven, en el caso de que lo hicieran serían distintas.

Maldita cabeza mal hecha.