sábado, noviembre 26

Bucear, escalar y saltar

Devoraba libros como quien respira. Las páginas, a pesar de avanzar lentas, lo hacían fluidas. No le gustaba leer rápido por si se perdía alguna palabra importante, por eso leía con cautela, disfrutando las comas y los puntos, las ies y las haches intercaladas como si sonaran de verdad.

Llegó un momento en el que leyó tanto que apenas podía moverse por la habitación. Para pasar de un lado a otro tenía que bucear primero para escalar después, y más tarde saltar de una montaña a otra y, aún así, a veces no conseguía llegar a donde se había propuesto, ya que el camino le desviaba hacia otro sitio. Pero con tan buena suerte que quizás allí encontrara un libro que aún no había leído o que necesitaba recordar. Porque le gustaba recordar, tanto las páginas que le habían hecho temblar, como aquellas que no le habían dejado dormir. Recordar le hacía sentir que había formado parte de algo y que aún seguía allí y había sido parte de él. ¿Los recuerdos forman a la persona o es la persona la que da forma a los recuerdos?

1 comentario:

John Keats dijo...

Los recuerdos forman parte de la persona, pero la persona es más que esos simples recuerdos.

Si no, quizá, no sería nada.