viernes, noviembre 18

Pequeñas decisiones de pequeñas personas

Hace unos cuantos años, cuando era más bajita que ahora y mis preocupaciones eran el poder llegar a ver los dibujos a tiempo, me dieron a escoger el colegio al que quería ir. Mis padres me dieron dos nombres. Yo en ese momento no sabía cuál era cuál y contesté sin pensar, basándome el único criterio que creía válido: que allí iría mi mejor amiga y estaría con ella. Así que elegí ese y determiné mi futuro. ¿Pero qué hubiese pasado si hubiese ido al otro? Quizás ahora no sería como soy, conocería a otra gente y quizás mi vida sería totalmente diferente. Quizás no, estoy segura de que sería todo distinto. Puede que hasta mi forma de pensar y mis actos. ¿Hasta qué punto nos afecta el entorno en nuestro ser? Quizás cuando vamos perfilando nuestra personalidad en la soledad de nuestra mente, lo que hay fuera nos ayuda a moldearla también, de tal forma que nos condiciona.

Una pequeña decisión, en su momento para mí insignificante, podría haber supuesto mucho...un cambio total.

Curioso y aterrador.

1 comentario:

John Keats dijo...

O quizá no. Quizá ese cambio no hubiera sido tan grande, quizá hubieras conocido a otras personas, pero a la larga te hubieras juntado con las mismas que ahora. No lo sabes.

Tu forma de ser también te hace decidir tu camino.