viernes, febrero 24

Días

Había demasiado viento como para que la escuchara, así que decidió que sus pensamientos eran lo bastante altos para que se oyeran bien, pero no en demasía, no fuera a ser que los demás quisieran robarle las palabras.

Una roca incómoda le sirvió de asiento. Todo indicaba que no había ido allí para pasarlo bien.

- Hola...siento no haber venido tanto como me hubiese gustado.

Cada palabra hacía que las olas volaran más alto; y, a pesar de que ella no creía en esas cosas, quería pensar en lo más profundo de su ser que era una señal de que la escuchaban atentamente. Pero hablar así se le hacía raro, así que cogió una piedra que justamente había a sus pies, y comenzó a escribir malamente en el suelo lo que quería decir. Sólo eran unas pocas palabras, las suficientes, no hacía falta más. Al terminar, se acercó al abismo y tiró la piedra con todas sus fuerzas, así ya sólo podía ser suya.

¿Por qué elegir ese día? Porque los días bonitos ahora son los más tristes.

2 comentarios:

John Keats dijo...

¿Y las sonrisas, la placidez, la paz?

Aura Gris dijo...

Con la lluvia.