lunes, diciembre 17

Perder

Perder es un verbo de color gris oscuro. Tiene muchos matices, es frío y distante. Puedes perder tanto una cartera como la confianza, pero el sentimiento es el mismo: vacío. Cuando pierdes notas que te han arrancado un suspiro demasiado largo, de esos incontrolables. Quizás no quieras notarlo al principio y te pongas la mano tapándote los ojos para no ver, pero poco a poco, al ir abriendo los dedos para dejar pasar algo de luz eres consciente de que se ha ido. Puede que no sea culpa tuya, sino de otro que no supo ver y quizás, sin querer, te construyó un hueco sin nada dentro, en el que nada cabe tampoco, sólo lo perdido.

Hay demasiados suspiros perdidos los días de viento enredándote el cabello. 

¿Se podrán recuperar?


1 comentario:

John Keats dijo...

Los huecos se rellenan de nuevo, con cosas similares y otras diferentes.
Mientras no perdamos la vida, se puede seguir, puesto que hasta la voluntad de vivir, puede perderse y recuperarse.