Perder es un verbo de color gris oscuro. Tiene muchos matices, es frío y distante. Puedes perder tanto una cartera como la confianza, pero el sentimiento es el mismo: vacío. Cuando pierdes notas que te han arrancado un suspiro demasiado largo, de esos incontrolables. Quizás no quieras notarlo al principio y te pongas la mano tapándote los ojos para no ver, pero poco a poco, al ir abriendo los dedos para dejar pasar algo de luz eres consciente de que se ha ido. Puede que no sea culpa tuya, sino de otro que no supo ver y quizás, sin querer, te construyó un hueco sin nada dentro, en el que nada cabe tampoco, sólo lo perdido.
Hay demasiados suspiros perdidos los días de viento enredándote el cabello.
1 comentario:
Los huecos se rellenan de nuevo, con cosas similares y otras diferentes.
Mientras no perdamos la vida, se puede seguir, puesto que hasta la voluntad de vivir, puede perderse y recuperarse.
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