martes, abril 2

Los sueños de la semana

Últimamente sueño mucho. Me extraño porque no suelo hacerlo. 

Hace dos días soñé que estaba en una ciudad con mucha agua y tenía que ir a un sitio, pero no recuerdo cual. Encontré un puesto de navajas y me paré porque quería comprarlo. En ese momento el hombre que lo llevaba fue devorado (sólo la mitad de su cuerpo) por un cocodrilo a orillas del río/laguna/lo que fuera. Así que pude hacerme cargo del negocio casi sin quererlo. 

Anoche soñé algo totalmente distinto. Estaba en mi casa, en mi cama, y me moría de sueño. Alguien me estaba arropando y cuando me quedé dormida me dieron un beso en la mejilla. A la mañana siguiente desperté y tenía una carta a mi lado, pero era de otra persona distinta a la que me había arropado. No sabía quién me había besado, pero quería que fuera la persona que me escribió la carta. Me turbé tanto que abrí los ojos y ahí acabó el sueño. Todos ellos.

Siempre he pensado que no tienen ningún significado, y que son sólo imágenes y vivencias que tenemos en la cabeza y que nuestro cerebro mezcla de forma aleatoria cuando dormimos formando historias, y a veces ni eso. Pueden dar lugar a cosas sin sentido, pasando de un lugar a otro sin ningún tipo de criterio. Eres un gato como tan pronto eres tú mismo. Un bonito caos.

1 comentario:

John Keats dijo...

Bueno, hay una cosa cierta, no deja de ser algo bonito, tenga significado o no.
Soñar siempre es bueno, es vivir dos veces, y no desaprovechar ee tiempo que tenemos por ahí.