sábado, abril 16

Eco

Eco era una ninfa que, castigada por Hera por entretenerla con su incesante charla mientras Zeus yacía con otras ninfas, sólo podía repetir las últimas palabras de los demás. De ese modo se apartó del mundo. Pero un día se encontró con un joven que estaba cazando en el bosque y se enamoró de él. Este joven, Narciso, era famoso por su increíble belleza y también por su crueldad, que a veces van ligadas. Rechazaba sin miramientos a cualquiera que se le acercara. Eco, incapaz de hablarle, decidió seguirle, hipnotizada por su belleza. Narciso, que se había separado de sus compañeros, se vio solo y gritó y una voz le respondió sus últimas palabras. Una y otra vez sólo le respondía una tenue voz que repetía lo que decía, hasta que él dijo "Ven" y la ninfa fue corriendo a su encuentro. Al verla, Narciso la rechazó como a tantos otros y lo hizo cruelmente. Eco, destrozada, vagó por el mundo siendo la viva imagen de la pena y la melancolía. Se fue consumiendo poco a poco por su dolor hasta que sólo quedó de ella su voz.

2 comentarios:

John Keats dijo...

Crueldad inhumana en dioses humanos.

Lo trágico convive con la vida.

Yeamon Kemp dijo...

Lo bello y lo triste.