lunes, junio 27

Un cuento para dormir

Érase una vez una pequeña muchachita que no conocía nada más que aquello que podía tocar. Para ello se había hecho de unos estupendos tapones para que no la molestara el ruido y de una magnífica venda que la protegía de toda fealdad. ¿Para qué ver y oír cosas que a uno no le gustan pudiendo simplemente tocar e imaginar lo que se quiera? Además, tampoco comía, no quería que un sabor amargo inundara su boca. Sólo tocaba, palpaba, acariciaba, sentía, golpeaba, cosquilleaba todo lo que encontraba a su paso. Así se sentía segura. Cuando quería algo, bastaba con extender la mano y allí estaba. Aprendió a satisfacer todos sus deseos con lo que tenía a su alcance, que se convertía en cualquier cosa. Así que siempre estaba contenta.

Esto despertó las envidias de la gente que no entendían su continua felicidad. Ellos solían ser desgraciados y más aún al verla a ella sonriente a cada instante. Se unieron en su odio y eso les hizo más fuertes. Ella, como no oía ni veía, no se daba cuenta de que una sombra crecía a su alrededor con garras sucias. La quitaron la venda y a eso siguió un grito, pues la muchacha se espantó al ver el mismo rostro desfigurado del odio; pero cuando le quitaron los tapones el grito se transformó en asombro. Todo era diferente a como se había imaginado. Se oían los gruñidos de la multitud pero por alguna razón le parecían curiosos. Nunca había escuchado una voz, ni siquiera la suya, y le parecían hermosas aunque gritaran de forma violenta. Y la luz...los colores. No sabía cuál era cuál pero todos brillaban, incluso esos que eran oscuros y permanecían en las sombras merecían la admiración de todos.

Apartó a la gente como pudo; empujó, mordió y gritó para zafarse de la multitud que quería acabar con su sonrisa. Y cuando lo consiguió, corrió tan rápido como pudo y se alejó del mundo y allí nunca más volvió a taparse los oídos ni a cubrirse los ojos, pero a cambio no dejó que nadie la viera jamás.

2 comentarios:

John Keats dijo...

¿Por qué no quiso que nadie la viera ya jamás?

Aura Gris dijo...

Porque al principio ella privaba a sus sentidos del mundo; así que después quiso que el mundo no pudiese utilizar sus sentidos con ella.