lunes, enero 9

Curiosidad

Se despidieron entre las rocas, aunque ninguno pudo oír lo que decía el otro, y ya nunca más volvieron a verse. Uno se dirigió a su morada, el otro a todas partes. Fue entonces cuando las nubes se separaron ligeramente para dejar escapar un poco de la luz del sol. Esos días siempre me han gustado. Todo es gris y cuando hay algo de luz, parece aún más brillante.

Nada más llegar a casa volvieron las nubes.

¿Y ahora qué? No había respuesta.

Las preguntas sin respuesta nos llenan de angustia y dudas. Queremos saberlo todo pero en realidad sabemos tan poco...y tenemos que ser conscientes de esa premisa. Cuando no encontramos una respuesta incluso llegamos a sentirnos ofendidos con nosotros mismos. ¿Cómo no puedo encontrarla? nos preguntamos creyéndonos tan listos. Pues la respuesta es que no hay respuesta. Y el impulso a descubrirla es lo que nos mueve a ser mejores y más curiosos.

Sin la curiosidad no somos más que algo que se mueve sin rumbo, aceptando lo que le dicen otros más curiosos que él.

2 comentarios:

John Keats dijo...

Entonces, la curiosidad es nuestra guía y la búsqueda de respuestas nuestra razón de ser.

Me gusta como idea y manual

Aura Gris dijo...

Más o menos, sí.