jueves, enero 12

Perdidas

Las palabras nacen, a veces crecen y siempre mueren. Siempre. O se pierden o nadie se percata de que están ahí. Y si nadie lo hace, acaban por olvidarse y morir. ¿Pues quién las va a dar vida si necesitan de unos ojos que las recorran para seguir existiendo? Cuantas palabras habrán muerto mientras escribo esto...puede que todas las anteriores ya lo estén, y estas que las siguen no sean más que un intento desesperado por seguir existiendo un poco más. Y algo más. Un segundo más. Pero esto no puede durar eternamente, en algún momento tendrá que parar. Cuando no quiera escribir más o cuando el punto y final aparezca. Debería ser una despedida entonces, las últimas palabras quiero decir. Estamos llegando al final, el principio ya no existe. Un adiós es demasiado típico, quizás mejor un hasta pronto o gracias por llegar hasta aquí.

No.

Punto y final.

1 comentario:

John Keats dijo...

Algunas palabras quedan permanecen. Cambian las vidas y el entorno, y nadie las olvida jamás.

Los adioses no son tales.

Al menos espero que no lo sean ahora.