miércoles, diciembre 12

Respuestas múltiples

Ya no quería seguir pensando así que se fue a mirar las estrellas a un sitio lejano. Cogió el coche y, dispuesta a perderse, tomó caminos no marcados que la llevaron a respirar su incomprensión. No la gustaba el olor, pero aún así no podía dejar de aspirar una y otra vez. ¿Necesidad o descontrol desmesurado? Hasta que llegó un momento en que se acostumbró a ello. Vivir dudando es como estar desorientado todo el tiempo, no saber dónde estás ni quién eres; es vivir fumando preguntas y expulsando miles de respuestas, todas distintas.

El cielo estaba nublado y nada se veía, ni un poco de luz, ni un poco de lluvia. Nada. Sólo ella, allí, buscando algo que no estaba en ninguna parte, preguntándose si algún día podría volver a respirar aire limpio, a grandes bocanadas, robándoselo a todos. Y tampoco tenía respuesta para eso.

2 comentarios:

John Keats dijo...

Has vuelto, pero con ánimo descompuesto. ¿No hay forma de mirar con la mirada limpia?

Aura Gris dijo...

La hay.