sábado, diciembre 11

Cien mil

Maldito destino...si creyera en ti te aborrecería. En cualquier lugar, por remoto que sea, me das una patada como para llamarme la atención. No sé qué quieres decirme. Si ni siquiera existes. Pero a veces parece que sí. No hago más que verte a donde quiera que vaya. ¿Qué quieres de mí? Idiota...no crees en ello. Ahora me estás haciendo dudar seriamente de tu existencia. ¿Es eso lo que pretendes? Me estás volviendo loca con tanto vuelco. No...no puedes ser tú. Y si no eres tú será la casualidad. Me había llevado bien con ella hasta ahora. Pero sé que no tiene la culpa. Lo hace sin querer.

2 comentarios:

John Keats dijo...

Interrogación.

Aura Gris dijo...

Un pequeño grito de protesta y/o rabia.