lunes, enero 3

Caminando

Una llamada. Día tranquilo. Salgo de casa y me dirijo andando hacia mi destino, donde me esperan. Voy, como habitualmente desde hace un tiempo, concentrada en mis movimientos y a la vez, como siempre, pensando en infinidad de cosas; una de ellas me sorprende: me apetece un té.

Noto cómo mis piernas dan cada paso, las siento vibrar con cada nuevo que doy. No era tan consciente de mi cuerpo desde hacía mucho tiempo. Entonces me interrumpe algo, un olor. Tu olor. Me sobresalto al notarlo tan de golpe. Sé que no estás pero te noto, tu aroma está ahora justo donde estoy yo. Se confirman mis sospechas; los olores pueden provocarnos multitud de reacciones sin que nos demos cuenta. Y tu olor...quería conservarlo conmigo pero el tiempo no me lo permitió. Seguí caminando cambiando totalmente mis pensamientos. Ese olor...tan efímero pero tan fuerte.

No hay comentarios: