viernes, agosto 13

Jueves de Madrugada

Una frase y una mirada y la noche de repente se hizo día. Un silencio. ¿Por qué las palabras no brotaban de su boca? No podía decir nada, no sabía qué decir. Se lamentó por eso. Quería decir tantas cosas...que su boca enmudeció, como cuando el nerviosismo te invade y no te deja pensar.

Otro silencio.

Una mente llena de ideas que no pueden brotar. Estoy segura de que si se riegan acabarán asomándose, formando un frondoso bosque donde poder perderse sin medir el tiempo.

Tiempo...¿qué es eso? A veces no me doy cuenta de que existe, por eso cuando estoy contigo el tiempo me odia y pasa más deprisa, haciendo que dos horas parezcan dos minutos. Intenta llamar mi atención, vengarse de mí por esa indiferencia tan descarada. Y yo en realidad, sólo le olvido por si consigo que por un instante desaparezca.

No hay comentarios: